EL “EMBARQUE” DE AZNAR

J. González Menéndez.

Vigo, 26 noviembre 1989. “ATLANTICO DIARIO”

“”Ha cogido Jesús Ferreiro, y ha hecho con el pobre Aznar, durante unas horas, lo que Fraga ha hecho durante unos meses: “embarcarle”.

Jesús Ferreiro es ese señor que acompaña todas las madrugadas a los pescadores, como Encarna Sánchez, ¡n ¡lio témpore, acompañaba, por las noches, a los camioneros, y ha logrado que el mar venga a nosotros, inunde nuestros sueños, que viene siendo, en este país que vive de espaldas al océano, tan difícil como si, la montaña, de verdad, hubiese ido alguna vez a Mahoma.

Por lo visto, Aznar ha aguantado el tipo, oye, y entre olas de tres metros, con el estomago balanceándose de babor a estribor, como si fuese talmente un programa electoral, ha tenido el suficiente sentido del humor para anunciarnos que muy pronto tendrá casa en Madrid, en la carretera de A Coruña, según se entra a la capital a la derecha, je, como no podía ser de otra forma.

José María Aznar es que ya ha intentado conseguir piso en Madrid, y fíjate si le resultará difícil, como a cientos de miles de españoles, que ha empezado a parecerle más sencillo conseguir palacio en La Moncloa, aunque las tozudas entrañas de las ocas de los sondeos se empeñen en augurar todo lo contrario.

La cuestión es que, en el plazo de dos meses, a Aznar le han «embarcado» dos veces. O sea, además de Jesús Ferreiro, le embarcó también Manuel Fraga, a mediados de agosto, cuando le hizo subir a bordo de esa nave a la deriva a la que aún llamamos calle Génova. Ya sabéis que, como dicen en mi tierra, rodeada de mar por todas partes menos por una que le une al Estado, donde hay «patrón» no manda marinero, y en la calle Génova llevan años llamando «El patrón» a ese viejo gallego al que los demás llamamos el viejo león de Villalba.

Hombre, si eso, lo de Aznar, enrolado a última hora, cuando los vientos soplaban menos propicios, para llevar el timón de la derecha española unos meses después de la «eurotempestad» electoral del 15-J, no es un «embarque», que baje Dios y lo vea.

Aznar es ese chico de 36 años que se juega el próximo 29-0 sus próximos treinta y seis. Llevaba tres años pisando «tierra firme», en la Comunidad de Castilla-León, y, sólo en una noche, le dieron el título de patrón de pesca, de votos, naturalmente, de la derecha española, y dejaron en sus manos el amargo cáliz de escribir las páginas siguientes del libro de bitácora de la calle Génova, plagado de embarrancamientos en los arrecifes de las urnas.

Ya ha avisado Jesús Ferreiro que el chico ha aguantado el tipo en las aguas del Mare Nostrum, entre olas rabiosas que parecían talmente brotes de saliva de Alfonso Guerra en plena borrasca electoral, y que, en vez de vomitar bilis, como su comitiva, seguía vomitando slogans, ¡palabra!, como un aventajado aprendiz de lobo de mar.

A lo mejor es que Josémari Aznar está curtido para navegar sobre aguas turbulentas. Que lo mismo te resiste las tormentas del Mediterráneo que las tormentas que se generan en la calle Génova todos «los días después» de unas elecciones. Desde luego no hay precedentes, y menos en la derecha española, oye, pero puede que, por una vez, y sin que .sirva de precedente, donde hay «patrón» acabe mandando un «marinero».

Mucho ojo: Aznar, que encima, según cuenta Jesús Ferreiro, no se marea, se ha hecho a la mar.””

J. González Menéndez.

Todos fueron invitados, pero José Maria Aznar fue el único líder y candidato que aceptó embarcarse como tripulante en un pesquero.

Pasó una jornada acompañando a Jesús Ferreiro y compartiendo el trabajo a bordo de un barco malagueño.