Muere, a los 91 años, Elsa Reven (Ida Strauss en TITANIC).

LA ESPOSA DEL CONGRESISTA NORTEAMERICANO QUE ELIGIÓ MORIR ABRAZADA A SU MARIDO.

Isidor Straus era el millonario propietario de los grandes almacenes Macy’s de Nueva York, los más grandes del mundo.

Valladolid, 08 enero 2021: A los 91 años de edad ha fallecido en su casa de Los Angeles, la actriz norteamericana Elsa Bayen (Elsa Rabinowitz), que dio vida, en la película “Titanic” de James Cameron, a la esposa del Congresista de los EE.UU. Isidor Straus.

La apasionante historia de amor que vivieron a bordo del Titanic fue contada, con respeto y admiración, por los supervivientes de la tragedia, y, sobre todo, por el panadero jefe, que fue el último de los vio con vida.

En la exposición internacional “Titanic The Reconstrucción” , única exposición oficial de la Fundación Titanic, que ahora se puede visitar en el Museo de la Ciencia de Valladolid, se recuerda así al matrimonio Strauss:

“”Isidor e Ida Straus era, además de uno de los matrimonios más importantes que viajaban en el Titanic, las personas de mayor edad.

Isidor Straus era el propietario de los grandes almacenes Macy’s de Nueva York (que todavía sigue siendo uno de los mejores y el más grande del mundo) y, además. era el presidente de los comerciantes de Nueva York.

Esta historia la contó el panadero jefe del Titanic, uno de los pocos tripulantes supervivientes, y la repetía mucho, siempre con lágrimas en los ojos, la madre de Millvina Dean, otra de las supervivientes de tercera clase.

Al matrimonio Straus la fue asignado el bote salvavidas nº 8 y hacia él se dirigieron.

Nada más llegar, fue embarcada en el mismo Ida Straus y, cuando el oficial le indicó a Isidor que saltase él también al bote salvavidas, se negó, indicando que las leyes de la mar dicen que deben salvarse primero las mujeres y los niños, y que todavía quedan a bordo.

El oficial del Titanic le recordó a Isidor Straus que era una persona mayor, que había sido congresista de los EE.UU, y que, sobre todo, era un caballero ejemplar y muy respetado.

Pero Isidor insistió en quedarse a bordo del Titanic y ceder su plaza a una mujer.

Entonces, Ida Straus saltó del bote salvavidas al Titanic y se abrazó a su esposo diciéndole: «Hemos vivido y disfrutado de toda una vida juntos y, si tenemos que morir, hagámoslo también junto»

Ni su esposo, ni el oficial del Titanic ni los pasajeros que contemplaron incrédulos aquella escena de amor pudieron convencer a Ida Straus para que ocupase su plaza en el bote salvavidas.

Ambos, cogidos de la mano, se dirigieron a la zona cercana a donde se encontraban los músicos, se tumbaron en dos hamacas y, abrazados, esperaron a que el Titanic se hundiera para siempre.

El cuerpo de Isidor fue recuperado flotando, pero el de Ida Straus nunca apareció.

Bello final para una hermosa vida llena de amor””…..