El ‘Titanic’ logró permanecer a flote tres horas gracias a las puertas estancas

JESÚS FERREIRO PRESIDENTE INTERNACIONAL DE LA FUNDACIÓN TITANIC

Casi un siglo después del hundimiento del ‘Titanic’, el Aula de Historia rescató ayer decenas de detalles e historias no tan conocidas sobre el famoso barco. Entre los asistentes se sorteó una pieza de carbón procedente de una de sus calderas.

Era el barco más grande, el más lujoso, el más rápido… Un auténtico palacio flotante que lleva casi un siglo hundido a cuatro kilómetros de profundidad y aún emergen de él muchos secretos, tal como reveló ayer Jesús Ferreiro — presidente internacional de la Fundación Titanic—, en una conferencia enmarcada dentro del Aula de Historia que organizan la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra y Diario de Navarra. Una treintena de personas asistieron a la charla, que se prolongó durante hora y media en el Civivox de Iturrama.

El azar quiso que, al tiempo que empezaba la construcción del Titanic, del Círculo Polar Ártico se desprendiera una masa de hielo que durante tres años viajaría por el océano Atlántico hasta chocarse con el barco. Una fatal casualidad que se cobró 1.705 vi- das. Sólo se salvaron medio millar de pasajeros. “Según los cálculos, el barco se debía haber hundido en 25 minutos, pero permaneció a flote casi tres horas gracias a las puertas estancas. Así, quedó aislado en dieciséis partes”, contó Jesús Ferreiro.

Frente a la creencia común de que el iceberg abrió el casco del barco como si se tratara de un abrelatas, Ferreiro detalló que el hundimiento se produjo al abrir- se las planchas de hierro del barco, unidas con remaches, lo que permitió que entraran cuatro toneladas de agua cada segundo. En el momento del choque, el barco viajaba a gran velocidad, a 22’5 nudos. Una campana sonó para alertar del peligro. El impacto con el iceberg se produjo 47 segundos después.

Otra imagen consolidada con la famosa película de James Cameron es que el Titanic se elevo en vertical antes de ser engullido por el océano Atlántico. “Eso es imposible, pero en el fondo del mar sí se encuentra de pie, algo que no ha sucedido con ningún otro barco. Parece una metáfora de su grandeza”, aclaró. Construir el Titanic costó diez millones de dólares, una cifra desorbitada para la época, ya que sería el equivalente a mil millones de euros de hoy en día. Si el viaje del Titanic se volviera a repetir, habría que pagar el equivalente a 17 millones de pesetas por el pasaje en una suite de primera clase.

Ferreiro también se detuvo en varios personajes que desaparecieron con el barco. Considera que uno de los héroes del Titanic fue su primer oficial, William Murdoch. “El 90% de los hombres que consiguieron salvarse lo hicieron gracias a él”, apuntó. En otros botes sólo permitían subir a mujeres y niños, por lo que un pasajero español se salvó al dis- frazarse de mujer. Impactaron los gritos aterradores de quienes se lanzaron al agua. “El agua es- taba tan fría que sentían que les cortaban los pies con cuchillos”, detalló Ferreiro.

Entre los asistentes a la charla, Ferreiro sorteó una pequeña pieza de carbón que procedía de una de las calderas del barco. “Se han recuperado casi siete toneladas de carbón del Titanic. Es el único recuerdo que se puede tener”, apuntó.

La pieza se la llevó Ángel Marcelo Usunáriz Vicente, vecino del barrio de Iturrama, que se mostró entusiasmado. “La historia del Titanic es grandísima, emocionante. Me ha impresionado desde siempre”, manifestó al recoger la pieza.